El deseo de navidad

 Había una vez un chico llamado Lucas, quien durante toda su vida sufrió de bullying debido a su apariencia femenina. Sus compañeros de escuela y vecinos solían burlarse de él y hacer comentarios hirientes sobre su aspecto. Pero Lucas siempre intentaba mantenerse fuerte y resistir, aunque por dentro sentía una tristeza inmensa.


La Navidad se acercaba y Lucas, deseando fervientemente que las burlas y los comentarios mordaces terminaran, decidió pedirle ayuda a Santa Claus en la nochebuena. Al ver una estrella fugaz en el cielo, aprovechó el momento y pidió con todas sus fuerzas que las burlas se detuvieran, sin sospechar las consecuencias que ese deseo podría tener.


Cuando Lucas se despertó al día siguiente, se dio cuenta de que algo no estaba bien. Miró en el espejo y vio su reflejo convertido en el de una chica. El shock y la confusión se apoderaron de él, preguntándose qué había ocurrido. Sentía miedo, ira y tristeza al mismo tiempo.

Lucas se despertó en una cama que no era la suya, en una habitación que no reconocía. Se levantó y se miró al espejo. Su rostro era el mismo, pero su cuerpo era diferente. Tenía pechos, caderas y una cintura delgada. Llevaba un vestido rosa con volantes y unas zapatillas blancas. Se sintió extraño y confundido. ¿Qué le había pasado?


De repente, escuchó una voz que lo llamaba desde abajo. Era su madre, pero no la que él conocía. Era una mujer rubia y elegante, que le hablaba con un acento extranjero. Le dijo que se apurara, que iba a llegar tarde al colegio. Lucas bajó las escaleras y se encontró con un salón lujoso y decorado con gusto. Había un árbol de Navidad enorme y muchos regalos debajo. Su madre le entregó uno y le dijo que era de Santa Claus. Lucas lo abrió y vio una nota que decía: "Querida Lucía, espero que te guste tu regalo. Te he traído a un mundo donde nadie te hará burla por ser diferente. Aquí todos te quieren y te respetan. Disfruta de tu día. Santa Claus".


Lucas no entendió nada. ¿Qué quería decir Santa Claus con eso? ¿Qué tenía que ver su cambio de género con las burlas? ¿Y por qué lo había traído a otro mundo? ¿Dónde estaba su verdadera familia? ¿Y cómo volvería a su realidad?


Su madre lo sacó de sus pensamientos y lo llevó al coche. Era un coche deportivo y caro, que los llevó a un colegio privado y exclusivo. Allí, Lucas se dio cuenta de que todos los alumnos eran ricos y guapos, y que lo miraban con curiosidad y admiración. Su madre le dijo que era la chica más popular y deseada del colegio, y que tenía muchos amigos y pretendientes. Le presentó a algunos de ellos, que lo saludaron con entusiasmo y halagos. Lucas se sintió abrumado y nervioso. No sabía cómo actuar ni qué decir.


Entró al aula y se sentó en su pupitre. El profesor empezó a dar la clase, pero Lucas no prestó atención. Estaba demasiado ocupado tratando de entender lo que le estaba pasando. Miró a su alrededor y vio que todos los chicos y chicas eran perfectos y felices. Nadie se burlaba de nadie, nadie se peleaba, nadie se sentía solo o triste. Era como un sueño hecho realidad.


Pero entonces, algo cambió. Lucas notó que algunos de sus compañeros empezaban a susurrar y a señalarlo. Escuchó algunos comentarios maliciosos y ofensivos. Se dio cuenta de que lo estaban criticando por su apariencia. Le decían que era demasiado masculina, que tenía el pelo corto y oscuro, que no se maquillaba ni se arreglaba, que no se vestía a la moda ni seguía las tendencias. Le decían que era una marimacho, una fea, una rara. Le decían que no encajaba en ese mundo, que no merecía estar ahí, que era una vergüenza para su familia y para el colegio.


Lucas se sintió herido e indignado. ¿Cómo era posible que lo trataran así? ¿No se suponía que ese era un mundo donde nadie lo haría burla? ¿No se suponía que ese era el regalo de Santa Claus? ¿Qué sentido tenía todo eso?


Lucas se levantó de su asiento y salió corriendo del aula. Se dirigió al baño y se encerró en un cubículo. Se echó a llorar y se abrazó a sí mismo. Se sintió solo y desesperado. Quería volver a su mundo, a su cuerpo, a su vida. Quería que todo fuera una pesadilla y que despertara pronto. Quería que Santa Claus le explicara qué estaba pasando y por qué le había hecho eso.


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